28 noviembre 2010

¿Y qué si...? / Emilie Autumn


Aquí estás sentado en tu silla de respaldo alto.
Me pregunto cómo es la vista desde ahí.
No podría saberlo porque me gusta sentarme
en el suelo, sí, en el suelo.


Si quieres podríamos jugar un juego.
Finjamos que somos lo mismo,
pero vas a tener que mirar mucho más cerca
de lo que lo haces, más cerca de lo que lo haces.


Y estoy demasiado cansada para quedarme aquí más tiempo.
Y de todas formas no me importa lo que piensas
porque creo que estabas equivocado sobre mí.
Sí, ¿y qué si fueras, y qué si fueras?


¿Y qué si soy una tormenta de nieve quemándose?
¿Qué si soy un mundo desenvolviéndose?
¿Qué si soy un océano demasiado bajo, demasiado profundo?
¿Qué si soy el demonio más amable?
Algo en lo que tal vez no creas
¿Qué si soy una sirena cantando para que los caballeros se duerman?


Sé que ya lo descifraste.
Dime todo lo que soy,
y quizás aprenda una o dos cosas,
cientas acerca de ti, tal vez acerca de ti.


Soy el fin de tu telescopio,
no cambio sólo para ajustarme a tu visión
porque estoy atada por una cuerda desgastada
alrededor de mis manos, atada alrededor de mis manos.


Y cierras los ojos cuando digo que me estoy liberando.
Y pones tus manos en tus oídos
porque no puedes soportar que yo no sea
la chica perfecta que pensabas.
Bueno, ¿qué tengo qué perder?


¿Y qué si soy un sauce llorón
riendo lágrimas sobre mi almohada?
¿Qué si soy una sociable que quiere estar sola?
¿Qué si soy un leopardo sin dientes?
¿Qué si soy un pastor sin ovejas?
¿Qué si soy un ángel sin alas para volar a casa?


No me conoces,
nunca lo harás, nunca lo harás.
Estoy fuera del marco de tu imagen
y el vidrio se está rompiendo ahora.


No puedes verme,
nunca lo harás, nunca lo harás.
Sí, nunca vas a ver...


¿Qué si soy un desierto hiperpoblado?
Demasiado dolor con un poco de placer.
¿Qué si soy el lugar más bonito al que nunca quisiste ir?
¿Qué si no sé quién soy?
¿Acaso eso va a detener nuestros intentos
de descubrirlo?
Si lo haces, por favor déjamelo saber.


¿Y qué si soy una tormenta de nieve quemándose?
¿Qué si soy un mundo desenvolviendose?
¿Qué si soy un océano demasiado bajo, demasiado profundo?
¿Qué si soy el demonio más amable?
Algo en lo que tal vez no creas...


¿Qué si soy una sirena cantando para que los caballeros se duerman?
Duerman...
Duerman...

24 noviembre 2010

Ella



Te tiene y me recuerda,
te besa y me maldice,
te vive,
te llora,
y yo estoy ahí.

Cada vez que te llama
me vuelvo tu nombre,
la sigue mi recuerdo,
la opaca mi existencia,
pareciera que nunca me fui.

Le peso tanto,
se siente poco,
así sucede.

La cela que duermas y sueñes,
o sólo que sueñes,
la mata la duda y la hago llorar.

Te tiene y me recuerda,
te besa y me maldice,
te vive...

Imagen de ti



Dentro de tu casa,
en una esquina,
bajo un témpano de hielo,
tras la puerta del abandono,
en el techo de aquella iglesia
(sin rezos ni Cristo),
a la sombra de un extraño,
entre maldiciones y silogismos,
bajo lluvia ácida,
sobre hierro encendido,
envuelto en su veneno,
dentro de un periódico gastado,
tras el camino de putas, 
colgando de un árbol,
en el asco matutino,
fuera del mundo,
cerca del diablo
(que todo lo mira),
delante de Dios
(que todo lo supo).

Allí te dejo, allí estarás.
Entonces
en la distancia te contemplo

muerto en vida,
callado,
solo,
hecho polvo,
llorando,
con mirada perdida,
mutilado,
vacío,
sin lengua ni dientes,
temblando,
torpe,
desnudo,
calvo,
con la piel escamosa de tu espalda,
desollado de piernas y brazos,
tosiendo,
con hambre y con sed,
víctima del miedo,
presa,
cansado,
escupiendo hormigas,
sudando escorpiones,
herido,
sangrando,
seco y jadeante,
flaco,
sordo,
podrido,
rascándote por la comezón insoportable,
asqueado,
triste,
desesperanzado,
ezquisofrénico,
fóbico,
burdo,
con las uñas explotando pus,
indeseable,
maldito
(mil veces),
olvidado,
arrepentido,
allí te dejo,

arrepentido,
arrepentido,
arrepentido,

arrepentido y deseando morir.

07 noviembre 2010

Como si te amara


Me permito llorar una ceniza
para hacerme ligera,
sacarte un poco, un tiempo,
que dejes de dolerme 
tan extrañamente.


Parece como si te amara.


Eres como un pasatiempo
que insoportablemente
me aburre y, sin embargo,
te persisto.


Aquí te quiero,
sacrificando mis tiempos,
encerrado en canciones.


Grita que quieres irte
o llegar... yo aquí estoy
devolviéndote a ti,
ceniza a ceniza,
escurriendo de mis ojos.


Me pesas como un amor
                                     ... pero no te amo.

02 noviembre 2010

Comensal


Tengo ganas de morderte un labio
y saciar mi sed con tu saliva.

No sentarme a la mesa,
prescindir de cubiertos,
reposar en tus brazos...

de postre, tus sueños.

Eres un banquete de diosas. 
Te invito a comer.

Hacer el recuerdo


Ahora sí te haría el amor.
Y te haría volar
y te haría llorar después,
hasta dejarte seco,
sediento,


con apenas
un suspiro.


Desnudos a las sombras
nos aprenderíamos al tacto,
pero también al olfato
y al gusto.


Y sería un gusto
hacerte el amor
deshaciendo las formas.


Habrá que rezarte,
                  buscarte,
                     hallarte.


... Ahora que quisiera
hacerte el amor,
sólo puedo hacerte el recuerdo,
pero te hago volar
y te hago llorar después.


Y vuelo y lloro contigo.
Le hago el amor al recuerdo.