Skinpress Demo Rss

30 agosto 2011

Ese amor ambiguo


La culpa es del amor que todo lo complica:
hace de los instintos una maraña de equívocos,
verdugos del placer bienintencionado
que aparece haciendo su mejor papel.


Ahí está inerte el sentimentalismo absurdo
como testigo de la confusión envenenada,
y corrompe el suspiro que una vez fuera promesa.


Ese amor ambiguo es un error de letras suprimidas,
salto no advertido al vacío de tu mirada,
que cual distractor embrujo hipnotizó mis labios.


Es sólo él culpable de los más tristes desenlaces
y único recuerdo que mi memoria es capaz de retener.

20 agosto 2011

Incendiaria



Exaltas mis emociones repletas de viejos hastíos;
despiertas deseos adornados con novedades provocadoras;
haces que mi voluntad se haga
y a la vez sea mi voluntad el que tú domines
mis territorios;
me invitas a derrocharme entera sobre ti,
con todo lo que soy y lo que aún no descubro;
enciendes mi piel y mis pensamientos;
me incendias, me quemas;
has sido capaz de desatar mis impulsos
y de crear una pasión incontrolable.
Has hecho una fantasía indómita de ti y de mí.

Títere



Hasta donde tu provocación me invite,
hasta donde mi curiosidad resista,
hasta donde mi placer sea satisfecho.
Y tal vez un poco más.
Tienes el poder de desnudarme
cuando quieras,
donde quieras,
como quieras.
¿No te has dado cuenta
que me tienes en tus manos?

Eres beso


Contaminada con el ruido visual de estas calles,
contando sombras, leyendo labios mudos...
aun sin cerrar los ojos, te contemplo:
eres el lugarcito de paz que calma la impaciencia,
la palabra suave que relaja los impulsos,
el calor que no sofoca ni aturde;
a la vez, el viento fresco que alborota
los más intrépidos sueños,
la provocadora silueta de una pasión sin comenzar,
la aventura que motiva una sonrisa cómplice a la nada...
eres el beso etéreo y sublime que reservo para ti.
Eres beso.

30 junio 2011

Riesgo de ti


Cómo decirte que te quiero
sin que huyas de mi vista, temeroso;
que mi corazón se siente en paz
cuando le hablas;
que los días se llenan de un cariño
incontrolable enmudecido.

Cómo decirte que eres sólo la razón
de mi más grande cariño;
sin arriesgar el calor
de tu bendita cercanía.

16 abril 2011

Habítame



Suspírame un poco, habítame.
Apenas un beso de mi boca.
Te atrapo.
Domina mis esquinas.
Escucha.
Un plato colmado de tu aliento.
El paraíso.
Sobre ti estoy.
Me muevo. Te exprimo.
Qué tan poco.
Nosotros.
Creer sutilmente y no esperar.
Fantasía cíclica.
Soy bajo tu lengua. 

Ven.
Entre mis dedos fluye.
Continuación intermitente.
Luego yo, así. Tú tan extraño.
Sólo una vez y desperté y dormí.
La llave de tus labios.
La puerta de mis piernas.
Habítame.
Quisiera hacerte, construirte,
quedarme...
Perenne sudor de las palabras.
Ven.

21 marzo 2011

Lenguajes

Qué sublime tu mirada cuando te encuentro
en aquellos momentos breves
en que mis ojos te entienden a su modo.

Qué cálido espacio en el que con tu mundo
habitas el mío y te adhieres a mi memoria
para las posteriores horas.

Qué grata melodía definen tus labios
en la partitura de las noches,
con notas y silencios exactos.

Qué agridulce esta añoranza de ti.

13 marzo 2011

Que el tiempo


Que el tiempo no se detenga, que no avance,
que deje de ser tiempo, que desaparezca.
Necesito con urgencia tocar tu cuerpo
y poner mis deseos en tu frente.

Cuán libre estaría mi alma si pudiera mirarte,
así también me atrevo a ser el cielo
donde vuelen tus manos,
águilas reales zurcando vientos desnudos.

Preciso inexorablemente un instante sin horas
para rendirle pleitesía a tu mirada
y postrar mis labios en tu lengua que destila miel.

Cómo privarse de la danza de tu pecho
toda vez que inhalas el oxígeno que te tributa mi voz...

Sé mi único motivo para perder la memoria,
esa efímera presencia de roces ambiguos y antiguos.
Sé melodía acariciante,
irrumpe el silencio con la voz de tus pupilas.

El tiempo no es, ahora ya no es.
No apremia, no aguarda, no está.
Toquémonos sin más.

20 febrero 2011

Conclusiones previas a un abismo


Teniendo tanto que decir, permanecí en silencio,
ven y define la emoción nueva,
dale la vuelta al sinsentido y al enojo,
supera mis expectativas con tu sombra.

Para inventariar excusas
sólo es preciso que dejes de existir,
de ser y de nombrarme,
dejar de ser lo deseado inalcanzable.

... Todo tienes de mí entre tus ojos,
y de ti nada me pertenece aún.

16 febrero 2011

Viajante


Y ahora que coincidimos
me he perdido en tu sonrisa
y busco incesantemente tu mirada.

Me arrastro investigando por tu cuerpo,
palpando tu geografía de mares y desiertos.
Me deslizo lenta evitando fangos tramposos.

El cielo de tu piel me ha cautivado
y ahora creo contar estrellas
entre tu respiración.

03 febrero 2011

Sepulcro de versos


Un dulce veneno como oración
se adhirió a mis pupilas
y tradujo tu sabor en flores.

Intoxicada, mi alma quedó tendida
a cielo abierto,
expuesta a la carroña del olvido
consecuente.

Había confundido tu saliva
con un bálsamo de fe,
y desnuda de coraza me bebí tu boca
y poseí tu aliento.

Eras tú el suicidio involuntario
que ignoraba,
la daga que en mi pecho
se dejaba hundir,
asesina.

Eras tú quien a la luz del día
y con elegancia
adornaba mi tumba, sepulcro de versos,
lanzados por azar.

29 enero 2011

El punto final que conmueve

Diferencia divinamente obvia hay entre escribir una tragedia de amor en hojas blancas y un poema de pasión reprimida en la piel.
En pequeñas partes los besos redactan sin fallar ni omitir acentos ni pausas, y la piel se va desprendiendo envuelta en palabras.
Cada noche, la pena de sentir las últimas líneas que subliman tu virtual presencia surge sin más, pero queda inviolable el encanto del punto final que conmueve.

Tenerte aquí



Camino buscando lo que no perdí,
lo que no conozco.

Sin la idea del "para siempre"
te sé poco inmediato,
firme y etéreo.

Y el compromiso da paso
a la fantasía de lo intocable,
al juramento de un abrazo
y al sueño liberador.

¿Cómo vivir sin fragilidad?
¿Cómo no desear tenerte aquí?


09 diciembre 2010

Último vals



Los años se han encargado
de acabar con los secretos
de tu alcoba y de mi pantalón,
y hasta ahora sólo quedan
los pellejos del cansancio,
del desamor que merendamos
cada noche;
los retablos del día más
absurdo:
que eras la pureza hecha mujer,
que yo era el respeto con traje de fiesta,
que el amor de nuestras ganas
habría de trascender.

... Odio decir que es amor,
pero no es costumbre.

Hablo de la nostalgia,
de mi nostalgia,
de lo más vivo y cercano
que tengo de mi tiempo.
Eres tú
el recuerdo a la mano
que no me aburre
y que no me canso de tocar,
aunque sepa de memoria
los caminos de tu cuerpo,
obstruídos ya con nuevos pliegues.

Y tus manos.
Esas manos sin sangre, fuertes,
femeninas y dueñas del arte
de alimentar mi disfuncional estómago,
Tal vez sea esta sensación de sueño
lo que queda de nosotros.
Después de todo
no hay nada nuevo por decubrir.
Sólo quedan palabras
y cosas y cuerpos
por enterrar...
Enterrémonos.

28 noviembre 2010

¿Y qué si...? / Emilie Autumn


Aquí estás sentado en tu silla de respaldo alto.
Me pregunto cómo es la vista desde ahí.
No podría saberlo porque me gusta sentarme
en el suelo, sí, en el suelo.


Si quieres podríamos jugar un juego.
Finjamos que somos lo mismo,
pero vas a tener que mirar mucho más cerca
de lo que lo haces, más cerca de lo que lo haces.


Y estoy demasiado cansada para quedarme aquí más tiempo.
Y de todas formas no me importa lo que piensas
porque creo que estabas equivocado sobre mí.
Sí, ¿y qué si fueras, y qué si fueras?


¿Y qué si soy una tormenta de nieve quemándose?
¿Qué si soy un mundo desenvolviéndose?
¿Qué si soy un océano demasiado bajo, demasiado profundo?
¿Qué si soy el demonio más amable?
Algo en lo que tal vez no creas
¿Qué si soy una sirena cantando para que los caballeros se duerman?


Sé que ya lo descifraste.
Dime todo lo que soy,
y quizás aprenda una o dos cosas,
cientas acerca de ti, tal vez acerca de ti.


Soy el fin de tu telescopio,
no cambio sólo para ajustarme a tu visión
porque estoy atada por una cuerda desgastada
alrededor de mis manos, atada alrededor de mis manos.


Y cierras los ojos cuando digo que me estoy liberando.
Y pones tus manos en tus oídos
porque no puedes soportar que yo no sea
la chica perfecta que pensabas.
Bueno, ¿qué tengo qué perder?


¿Y qué si soy un sauce llorón
riendo lágrimas sobre mi almohada?
¿Qué si soy una sociable que quiere estar sola?
¿Qué si soy un leopardo sin dientes?
¿Qué si soy un pastor sin ovejas?
¿Qué si soy un ángel sin alas para volar a casa?


No me conoces,
nunca lo harás, nunca lo harás.
Estoy fuera del marco de tu imagen
y el vidrio se está rompiendo ahora.


No puedes verme,
nunca lo harás, nunca lo harás.
Sí, nunca vas a ver...


¿Qué si soy un desierto hiperpoblado?
Demasiado dolor con un poco de placer.
¿Qué si soy el lugar más bonito al que nunca quisiste ir?
¿Qué si no sé quién soy?
¿Acaso eso va a detener nuestros intentos
de descubrirlo?
Si lo haces, por favor déjamelo saber.


¿Y qué si soy una tormenta de nieve quemándose?
¿Qué si soy un mundo desenvolviendose?
¿Qué si soy un océano demasiado bajo, demasiado profundo?
¿Qué si soy el demonio más amable?
Algo en lo que tal vez no creas...


¿Qué si soy una sirena cantando para que los caballeros se duerman?
Duerman...
Duerman...

24 noviembre 2010

Ella



Te tiene y me recuerda,
te besa y me maldice,
te vive,
te llora,
y yo estoy ahí.

Cada vez que te llama
me vuelvo tu nombre,
la sigue mi recuerdo,
la opaca mi existencia,
pareciera que nunca me fui.

Le peso tanto,
se siente poco,
así sucede.

La cela que duermas y sueñes,
o sólo que sueñes,
la mata la duda y la hago llorar.

Te tiene y me recuerda,
te besa y me maldice,
te vive...

Imagen de ti



Dentro de tu casa,
en una esquina,
bajo un témpano de hielo,
tras la puerta del abandono,
en el techo de aquella iglesia
(sin rezos ni Cristo),
a la sombra de un extraño,
entre maldiciones y silogismos,
bajo lluvia ácida,
sobre hierro encendido,
envuelto en su veneno,
dentro de un periódico gastado,
tras el camino de putas, 
colgando de un árbol,
en el asco matutino,
fuera del mundo,
cerca del diablo
(que todo lo mira),
delante de Dios
(que todo lo supo).

Allí te dejo, allí estarás.
Entonces
en la distancia te contemplo

muerto en vida,
callado,
solo,
hecho polvo,
llorando,
con mirada perdida,
mutilado,
vacío,
sin lengua ni dientes,
temblando,
torpe,
desnudo,
calvo,
con la piel escamosa de tu espalda,
desollado de piernas y brazos,
tosiendo,
con hambre y con sed,
víctima del miedo,
presa,
cansado,
escupiendo hormigas,
sudando escorpiones,
herido,
sangrando,
seco y jadeante,
flaco,
sordo,
podrido,
rascándote por la comezón insoportable,
asqueado,
triste,
desesperanzado,
ezquisofrénico,
fóbico,
burdo,
con las uñas explotando pus,
indeseable,
maldito
(mil veces),
olvidado,
arrepentido,
allí te dejo,

arrepentido,
arrepentido,
arrepentido,

arrepentido y deseando morir.

07 noviembre 2010

Como si te amara


Me permito llorar una ceniza
para hacerme ligera,
sacarte un poco, un tiempo,
que dejes de dolerme 
tan extrañamente.


Parece como si te amara.


Eres como un pasatiempo
que insoportablemente
me aburre y, sin embargo,
te persisto.


Aquí te quiero,
sacrificando mis tiempos,
encerrado en canciones.


Grita que quieres irte
o llegar... yo aquí estoy
devolviéndote a ti,
ceniza a ceniza,
escurriendo de mis ojos.


Me pesas como un amor
                                     ... pero no te amo.

02 noviembre 2010

Comensal


Tengo ganas de morderte un labio
y saciar mi sed con tu saliva.

No sentarme a la mesa,
prescindir de cubiertos,
reposar en tus brazos...

de postre, tus sueños.

Eres un banquete de diosas. 
Te invito a comer.

Hacer el recuerdo


Ahora sí te haría el amor.
Y te haría volar
y te haría llorar después,
hasta dejarte seco,
sediento,


con apenas
un suspiro.


Desnudos a las sombras
nos aprenderíamos al tacto,
pero también al olfato
y al gusto.


Y sería un gusto
hacerte el amor
deshaciendo las formas.


Habrá que rezarte,
                  buscarte,
                     hallarte.


... Ahora que quisiera
hacerte el amor,
sólo puedo hacerte el recuerdo,
pero te hago volar
y te hago llorar después.


Y vuelo y lloro contigo.
Le hago el amor al recuerdo.

31 octubre 2010

Melancólica perspectiva


¿Por qué echo de menos
tu breve compañía,
si ahora tengo
tus ausencias prolongadas?

Petición nocturna


Paradójicamente,
                                  me gustaría que el tiempo
                                  dejara de existir siquiera




por un par de horas,
                                  como palabra
                                  y como límite de mi vida. 
       

Persistencia


Siempre es igual... la soledad tan sumisa
y rencorosa,
con un temor de entregar el fastidio
y colgar los llantos en la ventana.


Del otro lado,
tanta gente que me espera
o que sencillamente no me sabe aún.


A punto de poder decir tu nombre,
otros labios me arrancan el aliento.


Y a pesar de que el tiempo no perdone,
estaré hasta que el cansancio
venza mis esperanzas.

Libre comunión


Me gusta cómo me tocas, cómo recorres mi piel, casi temiendo que me vaya.
Me gusta que me pidas cariño y protección, verte indefenso, tendido sobre mis piernas.
Me gusta ver que no te has ido, que aún me besas.
Me gusta que me atrapes entre tus brazos.
Me gusta cuando hablas de la pasión y de la vida y de nosotros.
Me gusta pensar que me necesitas.
Me gusta verte tierno y sincero, que no te aparta del mundo una máscara.
Me gusta que te importe mi libertad, mi vida.
Me gusta ver que no te has ido, que sigues hablando.
Me gusta saber que estás herido para poder sanarte.
Me gusta tu soledad, pues me recuerda que yo estoy sola.
Me gusta que después de un largo encuentro nos hayamos olvidado y seamos como antes.
Me gusta volver a empezar y sentir emoción de tus manos en mí.
Me gusta tu imposible.
Me gusta entender que puede ser más sin que llegue a ser nada, excepto una compañía clandestina.
Me gusta verte partir, darme cuenta que ya pasó.
Me gusta recordarte con las mismas ganas que tengo de estar contigo de nuevo.

13 octubre 2010

Fue sólo que el destino...


Nadie lo pidió, nadie estuvo para desearlo,
fue sólo que el destino se hizo tal
y sin preguntar nos arrojó a una historia.


Y esa historia quedó tendida en la banqueta,
entre pasos insistentes y ladridos de perro,
cubierta por fechas discontinuas y letras de fondo.


No se entiende el abismo de su pensamiento
ni es posible comprender sus risas,
mucho menos ignorar el temblor de su sueño.


Y no hace falta decir más,
no hace falta saber menos
con tanta obviedad.


El destino juega a quitarnos los zapatos,
a ponernos sobre el fuego,
se entretiene con laberintos sentimentales,
tira del hilo y repasa memorias.


Esa historia queda tendida sobre una cama gris
y pide silencio para no despertar,
pues al abrir los ojos es seguro
que las nubes no dejen entibiar el corazón.

Fácil


Podría escapar y desde lejos lanzar un grito de despojo,
pero la miserable esencia de tu paso absorbe mis entrañas
y me encaja a tu costilla.
Y ahí me puedes, me transformas, me haces.

Débil, sumisa, fácil.

Una vez en tu mirada y ya soy otra;
una vez entre tus labios y dejo de ser,
así me complace que me olvides,
que me ignores,
que me apartes,
así es como saco fuerzas para seguir y desearte.

Entonces mi palabra te regresa,
te retiene,
el espacio se torna insoportablemente caprichoso
y la guerra de tu vida se mezcla
con la paz de mi esperanza,
y somos fuego y somos aire.

Luego te escapas en silencios matutinos
y aunque a gritos te llamo, no respondes,
te vas de nuevo.