Por si fuera poco
te me estás volviendo costumbre.
Pero no te busco,
pero no te escondes.
Y así tan preocupada por el tiempo
me atormento de pensar y pensar.
¿A dónde vas sin mí?
¿En dónde me dejas?
¿Cuál espacio nos pertenece?
Tú en una orilla,
yo a media corriente,
el viento que sopla y me
vuelve atrás.
Pero no te pido ayuda
y te necesito,
pero no me dices nada
y te busco más.
Este juego de encuentros me agobia.
Eres una novedad
y yo tan clásica.
¡Qué maraña de nosotros
se puede hacer!